Allá donde surgía una lucha social en Aluche y en Latina estaba Arantxa Alonso, con su vitalidad a prueba de bombas, con su empuje constante, siempre en primera línea. Por eso no podemos hablar de la historia reciente del movimiento ciudadano del oeste de la capital sin hablar de ella. Sus huellas están en muchos rincones: en la batalla por la construcción de un hospital en los terrenos de la cárcel de Carabanchel, en la apertura del centro de salud Maqueda y de la biblioteca aneja, en el mantenimiento de las fiestas populares de Aluche…
“Participó en todas las movilizaciones del barrio, aportando siempre su vitalidad y optimismo”, recuerdan desde la AVA, asociación de la que formó parte en los últimos 20 años, muchos de ellos como presidenta. De hecho, solo dejó la directiva de la entidad cuando, hace unos tres años, le fue descubierto el tumor que ayer acabaría con su vida. Pero incluso desde entonces hasta hoy, “cuando le dejaban las fuerzas”, Arantxa participaba en las actividades de la asociación vecinal.
Técnico de Hacienda y militante de CCOO y de Izquierda Unida, Arantxa nos ha dejado a sus 50 años. Desde la FRAVM, queremos trasladar al barrio todo el reconocimiento del movimiento vecinal madrileño y a su compañero, familia, amigos y compañeros todo nuestro cariño y solidaridad.
Que la tierra te sea leve, compañera.
Texto: Federación Regional de Asociaciones de Vecinos.
“Hoy es un día en que el cuerpo me pide gritar a los cuatro vientos cuan injusta es la vida. Se nos ha ido Arancha.
Sé que muchos de los que compartís esta red (Facebook) la conocías, por tanto poco voy a decir que no supierais de ella. Pero quiero destacar sobre todo dos cosas que eran parte de ella: compromiso y honestidad.
Compromiso en todo lo que formaba parte de su vida, en Izquierda Unida, en el sindicalismo de clase, en la Asocia-ción de Vecinos de Aluche, en el compromiso con todo aquello en lo que es de bien nacidos el comprometerse, y por supuesto, su compromiso con su compañero de toda una vida, Jordi, con el que formaba una unidad de dos, que se complementaban de forma admirable.
Y honestidad, porque en su compromiso nunca la vi tener una actitud en el que no antepusiera ese compromiso en sus luchas, pero también con sus compañeros y compañeras, sin ningún atisbo de personalismo ni de mediocridad.
LLegados momentos como éste, siempre decimos cosas maravillosas de la gente que nos deja, y seguro que lo decimos de corazón. Parece algo manido. Pero en el caso de Arancha, no sólo es tal, es una obligación y una necesidad personal por todo lo que me ha marcado y por todo lo que la he querido y admirado.
Siento no haber estado más cercano ha ella desde que el maldito cáncer comenzó. Una autodefensa egoista por mi parte se anteponía. Me recordaba tanto a lo que le pasó a mi hermana pocos meses antes, que se me hacía duro.
Pero lo que sí que tengo claro, es que sí has dejado huella en tantos de nosotros, y de tal forma, que tu recuerdo va a ir siempre acompañado de una sonrisa, que nos hará recordar la tuya. Espero que ese compromiso y esa honestidad que te han caracterizado sea algo en el que guiarme día a día.
Con amor”.
Tote García Blanco
(Facebook)
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