- Inaugurado por el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, acompañado de los concejales de Latina y Carabanchel, Begoña Larrainzar y Carlos Izquierdo, respectivamente.
Los vecinos que pasen por la estación de Metro de Carpetana encontrarán numerosos ejemplos de la vida animal y vegetal del Madrid del Mioceno, el periodo comprendido entre 23 y 5 millones de años atrás. Se trata de la musealización de uno de los más importantes yacimientos de restos paleontológicos en la región, descubierto a raíz de las obras de Metro en esta estación. Según ha explicado el vicepresidente regional y consejero de Cultura y Deportes, Ignacio González, durante la inauguración este pasado lunes, es habitual que en las obras que se realizan en las instalaciones de Metro se encuentren restos arqueológicos y paleontológicos, pero la estación de Carpetana se ha convertido en el mayor encontrado en la red del suburbano. Desde el inicio de las obras de mejora en marzo de 2008, se han encontrado más de 15.000 restos con una antigüedad superior a los 14 millones de años.
Entre estos hallazgos, destacan mandíbulas de caballo primitivo, restos de Mastodontes, así como de Rinocerontes, rumiantes, tortugas gigantes y restos de carnívoros, generalmente menos abundantes. También se han hallado varias piezas de una especie de lobo e incluso restos abundantes de anficiónidos, predador y carroñero con una morfología intermedia entre oso y perro, que ocupaba la cima de la pirámide trófica en esta época en Madrid.
Los más de 256.000 usuarios mensuales que transitan la estación podrán disfrutar de una reconstrucción de los paleoambientes en los dos yacimientos verticales hallados durante las obras. Dos espacios, en un vestíbulo y a la entrada de dos ascensores, están destinados a albergar dos paneles en los que se representan los dos yacimientos.
Dos espacios expositivos El primero de los espacios, pegado a los torniquetes de una de las entradas, cuenta con un panel con las imágenes que representan el paleoambiente existente cuando se formó el yacimiento 1, situado a 10 metros por debajo del yacimiento 2, y donde aparecieron numerosos restos, mayoritariamente correspondientes a mastodontes. Las muestras de polen han proporcionado varios granos fósiles de sauces, álamos, robles, hayas y abetos. Además, se ha incluido una reconstrucción en la que aparecen gonfoterios y un ciervo denominado Heteroprox.
Exposición de fósiles
En el espacio 2 se recrea el paleoambiente existente en Carpetana cuando se formó el yacimiento 2, hace aproximadamente 14 millones de años, y se encuentran representadas algunas faunas de las halladas en las excavaciones: el oso-perro, el oso-lobo, un felino en la parte superior de un árbol, una tortuga gigante, rinocerontes y un jabalí. Entre las piezas más interesantes se encuentran las mandíbulas de un jabalí primitivo), de rinoceronte, de oso-lobo, de oso perro y de pequeños caballos primitivos con tres dedos.
En tercer lugar, junto a un acceso nuevo de la estación, se encuentra una reconstrucción casi a tamaño real de una de las especies emblemáticas del Mioceno madrileño: un gonfoterio o mastodonte, de gran tamaño y parecido a un elefante. Este ejemplar ha tenido presencia relevante en Carpetana, por haberse descubierto en la excavación de uno de los niveles fosilíferos existentes en la estación. El animal se ha reconstruido junto a dos réplicas de fósiles de mastodonte aparecidas en las excavaciones.
Por último, a lo largo de los 45 metros del pasillo que conecta el nuevo acceso con el antiguo vestíbulo se ha diseñado una tira de cómic que, mediante una historia fantástica relaciona el Metro de hoy con las obras y la ingeniería civil en la estación y con la fauna aparecida en las excavaciones que vivió allí hace 13 y 14 millones de años.
Madrid antes del hombre
El vicepresidente regional también ha presentado el libro 'Madrid antes del hombre', dedicado a la palentología, y que pretende dar una visión amplia y sencilla de cómo era la región antes de la aparición del hombre, qué animales la habitaban y cómo eran los paisajes del pasado. Los principales destinatarios no son sólo niños y jóvenes, sino todo aquel que no sea especialista en la materia, pero que sienta curiosidad e interés por el mundo de la paleontología.
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