Antes que nada quiero expresar mi más absoluto respeto a todos los cristianos que tengan intención de participar el próximo mes de agosto en el encuentro mundial de la juventud que tendrá lugar en Madrid.Somos dos estructuras de papelera de la Avenida General Fanjul. Y digo dos estructuras porque eso es lo que somos ya que el cesto lo perdimos hace meses y a pesar de que algún ciudadano se lo ha pedido por todos los medios desde Febrero a la Junta Municipal de Latina, todavía no nos lo han repuesto. Este ciudadano si consiguió que tras varios meses de quejas repararan a nuestro vecino el banco. Bueno, exactamente no lo repararon, directamente se lo llevaron, pero en su lugar no trajeron otro, o sea, que nos quedamos sin vecino. Debieron aplicar la máxima de “muerto el perro se acabó la rabia” y así el ciudadano ya no puede reincidir en que lo reparen: ahora si quiere que pida que lo repongamos, deben pensar los diligentes rectores de la Junta.
Ante la próxima visita del Papa a nuestro barrio, las calles, el mobiliario urbano, las fachadas, los descampados e incluso algunos vecinos ilusos creímos que todo iba a ser reparado y adecentado pero…Su Santidad no va a pasar por aquí y por lo tanto nos quedamos sin todo lo que se está haciendo en la “zona cero” de la visita (Avenida de la Aviación, Carretera de la Fortuna, Calles Sinfonía, Poema Sinfónico, Flautas…). Los vecinos que han pasado por allí dicen que la última semana la actividad ha sido febril: han pintado las líneas de las calles y los pasos de peatones, han desbrozado medianas y descampados, han pintado vallas. Parece ser que en los pasos peatonales de la A5 han lijado las barandillas y las han pintado como si fuesen nuevas. Dentro de la base aérea de Cuatro Vientos se está montando un fondo de escenario en el que podrían actuar simultáneamente los Rolling Stones, Shakira, los Black Eyed Peas y Madonna sin molestarse los unos a los otros. En las parcelas libres que lindan con la base aérea decenas de excavadoras y camiones están realizando movimientos de tierras dignos de los faraones. Todo esto según fuentes vaticanas y diocesanas no tiene coste para los madrileños puesto que todo está costeado por la Iglesia y sus voluntarios.
Los tranquilos vecinos del barrio de Las Águilas, después de recibir la notificación de la reciente y oportuna revisión catastral y a la vista del incremento del importe del Impuesto de Bienes Inmuebles (de pagar 180 se pasa a pagar casi 300 euros), han comenzado a sospechar que o bien la visita papal la pagan ellos o es que les han aplicado una revisión catastral que coincide más con las dimensiones de la Basílica de San Pedro y los servicios del Estado Vaticano que con su vivienda en Madrid y los servicios municipales que da su Ayuntamiento. Vamos que el runrún que hay por el barrio es si tal vez nos hemos convertido en una “región vaticana” y no nos hemos enterado.
Si esto último es verdad, hoy más que nunca estas humildes papeleras reclamamos que nos repongan el cesto. Ni siquiera queremos que sea de diseño: un simple cesto donde los vecinos puedan depositar sus desperdicios. También estaría bien que trajesen un banco nuevo para sustituir al que se llevaron. Los vecinos piden servicios acordes al Impuesto de Bienes Inmuebles que abonan: calles y plazas limpias, farolas que alumbren, espacios públicos cuidados y que de vez en cuando algún miembro de la guardia suiza pontificia pase por el barrio, porque aunque es un barrio muy tranquilo y los vecinos son buena gente no está más saber que estos servidores de este nuestro Estado Vaticano den una nota de color a nuestro barrio.
Merced a nuestro nuevo estatus de ciudadanos vaticanos y como muestra de nuestro agradecimiento ante los logros conseguidos, vecinos de Las Águilas, gritad conmigo ¡¡Viva el Papa!!.
Estado de nuestro barrio por donde no va a pasar el Papa
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