Por Rosa María Artal, periodista TVE
La foto, de ABC, muestra una zona ya en proceso de ser desbrozada
Eran muchos, es cierto. Se habla de millón y medio de personas. En esas condiciones es cuando se hace más necesario arrimar el hombro y limpiar, al menos, lo de uno mismo y no dejarlo para que lo recojan otros. La gente cívica es lo que hace. Los jóvenes católicos, participantes en la Jornada Mundial de la Juventud, han dejado 127.100 kgs de basura en Cuatro Vientos, en un solo el día, el de la vigilia que celebraron junto al Papa. Llevará entre 5 y 7 limpiarlo, con un operativo de más de 100 personas, y todo con cargo al erario público.
Más terrible aún es que entre los desperdicios se han encontrado bolsas completas de alimentos, sin abrir. El catering que cobrará el presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández. En un mundo que se desangra de hambre (mil millones de pobres de solemnidad y tres mil con dificultades) resulta intolerable rezar y tirar la comida. Esta es la juventud del Papa.
Imagen del Telediario de TVE
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