El que fue concejal socialista cuenta desde hoy con un monolito en la Cuña Verde y un paseo con su nombre
• Andrés Saborit fue concejal en el Consistorio madrileño entre 1918 y 1931 (proclamó la República desde los balcones del Ayuntamiento). Finalizada la guerra civil (1939) marchó al exilio. En 1977 volvió a España y vivió en Valencia hasta su muerte
• Su paso por el Ayuntamiento coincidió con la apertura de la Casa de Campo, la ampliación del Metro, la municipalización de servicios y la construcción de 200 escuelas infantiles
Andrés Saborit fue concejal del Ayuntamiento de Madrid entre 1918 y 1923, y teniente de alcalde en 1931. Dejó escrito que la tarea de edil fue la que más le reconfortó en su trayectoria política. Esta es la razón por la que ahora, 80 años después, sean sus compañeros del Consistorio con su alcaldesa, Ana Botella, al frente, quienes le recuerden con la inauguración de un monolito en el Parque de la Cuña Verde y, además, dando su nombre a un paseo del distrito de Latina.
Saborit está reconocido como una figura clave en la política municipal madrileña en los primeros tiempos de la República. Hitos como la apertura de la Casa de Campo, la ampliación del Metro, la municipalización de servicios -bien directamente o a través de consorcios con empresas privadas- y la construcción de 200 escuelas infantiles pertenecen a la historia de Madrid y como consecuencia a la historia de todos los madrileños.
El recordado concejal fue también diputado en las Cortes de la Monarquía de Alfonso XIII, cronista del socialismo de la época y estrecho colaborador y biógrafo de Julián Besteiro. Se vio obligado a salir de España y vivió su exilio en la ciudad suiza de Ginebra. En 1977, restaurada la democracia en España volvió a su patria, residió en Valencia y en esta ciudad falleció. De Andrés Saborit puede decirse lo que afirmó Rafael Albertí de sí mismo: que se marchó de España con el puño cerrado y regresó con la mano abierta a la concordia entre los españoles.
Abdón Mateos, prologuista de algunos de sus libros y compañero de partido de Saborit, relata cómo al regresar del exilio los que le esperaban al pie de la escalerilla del avión le oyeron pronunciar con su voz debilitada por los años un ¡Viva España!. "Esta lección de admirable patriotismo -afirmó la alcaldesa- merece nuestro reconocimiento. Con este acto, rendimos homenaje a él y a todos los concejales, de uno y otro signo, que en aquellos tiempos difíciles sufrieron persecución, muerte o exilio a consecuencia de la guerra civil y antepusieron el interés de los madrileños por encima de los suyos".
Una ciudad mejor: un ejemplo para los socialistas de hoy
Ana Botella recordó el espíritu de reconciliación y de unidad que en vida expresó el concejal Saborit, "la llamada a superar las dificultades debe resonar con fuerza renovada, por eso rendir homenaje a españoles como él que vivieron el desgarro de una guerra y sus consecuencias nos permite apelar a lo mejor de nosotros mismos para que logremos reconstruir juntos un futuro de prosperidad y bienestar para España".
"Andrés Saborit -concluyó- es parte de la historia de Madrid y merece ser recordado en especial por todos los que desde su cargo de concejales del Ayuntamiento de Madrid en diferentes épocas y circunstancias han contribuido a hacer de la capital una ciudad mejor"
En este homenaje estuvieron presentes gran número de concejales del Ayuntamiento, los portavoces de los grupos políticos (todos excepto UPyD), así como el concejal presidente de la Junta de Latina, José Manuel Berzal, la concejala socialista Noelia Martínez, y el exdirigente socialista Alfonso Guerra (ahora preside la Fundación Pablo Iglesias), entre otros.
Los socialistas en el Ayuntamiento de Madrid cumplirán, en mayo próximo, 23 años en la oposición política del consistorio.
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