"La debacle socialista es imparable"

Opinión. Por Enrique Riobóo

Los resultados de las elecciones en Euskadi y Galiza han mostrado la realidad en ambas comunidades pero también tienen mensaje para el resto del Estado. En Cataluña ocurrirá algo similar: La debacle socialista es imparable y ellos serán los últimos en enterarse.

No es la primera vez que manifiesto el enorme, el terrible daño hecho por el gobierno de Zapatero al PSOE. No se me escuchó, incluso se me descalificó por decirlo y bien alto.

El último gobierno Zapatero, con la complicidad de todas las Agrupaciones y de todos los cargos orgánicos, se encargó de hundir al partido para muchos años. Todos recordamos hoy esos consejos de ministros de gente tan competente como Bibiana Aido (la de los miembros y miembras) y otros coleguitas y amiguetes de Zapatero que no destacaban precisamente por su competencia intelectual y política.

Todos recordamos el enorme desprecio de Zapatero (incluido Pepiño Blanco) a los principios de la izquierda, a sus valores, a sus votantes. Las palabras de Blanco asegurando que "tendrían paciencia infinita con la banca" (mientras aumentaban los desahucios de familias) todavía me producen náuseas.

Las patadas a sus votantes, a su electorado perpetradas por el gobierno Zapatero, dolerán durante mucho tiempo en la sociedad española. Una fotografía resume este comportamiento suicida: Su último consejo de ministros indultó a un banquero condenado en Tribunales.

A estas alturas y con la clase media española sufriendo el mayor ataque de su historia por parte de políticos y mercados (ya es casi lo mismo) ya no es ni noticia lo que el PSOE pueda hacer o no haga. En clave local es penoso ver como se reparten sillas (poltronas) allí donde pueden: "Tú a la Comunidad, yo al Ayuntamiento", importándoles muy poco el sufrimiento de la sociedad, de toda la sociedad desde autónomos, pymes, familias, jubilados, jóvenes,... Ya no saben ni hacer oposición. Y hasta hace no mucho la calle les despeinaba, les manchaba su brillante camisa de "Burberry".

La clase media española necesita un referente de izquierdas bien claro (y que la defienda), está huérfana. Pero este referente ya no es el PSOE. Incluso IU tendría que abandonar sus prácticas y comportamientos de partido de centro que tanto daño le hacen.

Tanto unos y otros parece que solo representan y trabajan para la banca y para las grandes empresas y corporaciones que nos esprimen, cada vez más, todos los meses.