El aumento del número de alumnos de la escuela pública, el desequilibrio existente entre centros por el ratio en las aulas, el descenso del número de profesorado y el número de aulas, así como el tijeretazo sufrido en las ayudas destinadas a libros de texto y comedor escolar en contraposición a la subida de las tasas en la escuela infantil y en los estudios post-obligatorios, son, para los socialista de Latina, “una barbarie perpetrada contra la educación pública y contra una igualdad de oportunidades cada vez más alejada de la realidad de nuestros hijos”, denuncian.
Según la Comunidad de Madrid, el curso 2013-2014 se inicia con un aumento de 1,3% de matriculación en la escuela pública frente a la privada, o lo que se representa en 9.852 escolares nuevos que pasarán a formar parte del sistema educativo público madrileño. Esta, que no dejaría de ser una buena noticia, se contrapone a las medidas que está adoptando el gobierno del Partido Popular en nuestra Comunidad, que sigue favoreciendo claramente a la escuela privada.
El gobierno del Partido Popular rompe el consenso educativo de igualdad de oportunidades al no ofertar las mismas plazas en todos los centros de niños con necesidades educativas especiales, formando lo que conocemos como “centros-guetos”, centros educativos con menos demanda, frente a otros con un ratio de alumnos por aula que supera lo que los educadores consideramos apropiado para un buen sistema educativo. “La atención al alumnado no ha sido uno de los objetivos fundamentales de la Administración, sino crear una ranking de colegios basados en pruebas externas”, denuncia el PSOE de Latina.
A estos desequilibrios también se enfrentan otras dificultades, como es el recorte en el número de maestros por centro y el descenso del número de aulas. Madrid pierde entre 20 y 25 aulas en sus centros públicos, y entre 90 y 95 puestos fijos de profesores. Trasladado al distrito de Latina, este curso se iniciará con un descenso de 2 aulas y entre 3 y 4 puestos fijo. “Ahora sólo queda deducir cómo los equipos directivos pueden ofrecer la calidad educativa en sus centros, con menos plantillas de profesores y más alumnado. Es un despropósito tanto para los docentes como para los alumnos y sus familias”, señalan los socialistas.
Los recortes en plantilla no sólo se han dado en la Escuela Primaria y Secundaria, sino también en las Escuelas Infantiles, con una disminución del 10% de sus plantillas (unos 200 profesionales). Eso sí, no han recortado igual en el precio de las tasas, que, como denuncia la Junta de Portavoces de Escuelas Infantiles, son las familias con menos ingresos las que se verán más afectadas, con una subida de tasas de un 175%.
Al recorte en el profesorado fijo, también hay que añadir que solamente se sustituye el 10% de las bajas por jubilación de funcionarios, así como tampoco se cubrirán las bajas hasta transcurrido 10 días lectivos, lo que ha provocado que no todos los centros educativos hayan contado con toda la platilla de profesores, completándola, en algunos casos con personal interino. “Nos encontramos con una imposibilidad cierta de terminar el temario de las áreas correspondiente; con un bajo rendimiento de los alumnos por los continuos cambios de maestros; una escasa eficacia de planes de mejora de los centros; el malestar creciente de las familias al observar que no hay referente docente en el aula; y la dificultad, en caso de emergencia, de conocer y coordinar los problemas de salud del alumnado”.
“Las declaraciones del Presidente de la Comunidad de Madrid sobre los docentes de la enseñanza pública han provocado, como es lógico, el malestar y la desconfianza que tienen hacia unos responsables educativos insensibles con la labor docente de quienes debieran recibir apoyo y el reconocimiento que se merecen”, señalaba Esperilla, que lo considera un despropósito y ataque, no sólo a este colectivo, sino a las familias que quieren la mejor educación para sus hijo, y al propio alumnado de la escuela pública.
Por último, el PSOE también denuncia el tijeretazo aplicado a las ayudas a libros de texto y comedor escolar, así como el endurecimiento de los requisitos para acceder a unas beca en las etapas de secundaria post-obligatoria y de estudios terciarios, en un momento de subidas espectaculares de las tasas. “El hambre volverá a formar parte de la mochila de algunos alumnos, mucho más de lo que deberíamos permitir”, indicaba.
“Como telón de fondo a todo esto se encuentra la tramitación de la LOMCE, una Ley al servicio de la economía, que refuerza la iniciativa privada y agranda la brecha entre las dos redes de educación. Se basa principalmente en ranquines en todos los ámbitos de la educación: a los centros, de los resultados y del docente. Y que su única forma de combatir el fracaso escolar es articulando pruebas externas en las distintas etapas de Primaria, Secundaria y Bachillerato. ¿Es este el camino para frenar el fracaso escolar?”.
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