Este sábado, 24 de octubre de 2015, la Asociación de Vecinos de Puerto Chico celebró su 50 aniversario. En la plaza central del barrio se instaló un escenario: Hubo actuaciones musicales, juegos infantiles, charangas, y una gran paellada para todos los vecinos.
La celebración fue doble puesto que también los vecinos mostraron su alegría por el comienzo de la instalación de ascensores en esta barriada. Como publicó GUÍA DE ALUCHE hace unas semanas se instaló el primer ascensor, tan necesario en estas viviendas de 5 alturas, que será el primero de muchas instalaciones.
El actual presidente de la Asociación de Vecinos, Abel Montalbo, dirigió unas breves palabras a los asistentes. Quiso resumir la historia de esta entidad ciudadana, una de las primeras de Madrid (nacida casi en la clandestinidad en la dictadura franquista). Le acompañaron en el escenario el presidente fundador (ahora honorífico) Florencio Sánchez y el también directivo Antonio Mora (secretario).
Esta asociación ha elaborado una lista de históricas reivindicaciones para la mejora del barrio y se felicitó por el encuentro de trabajo con los nuevos responsables municipales, incluida la alcaldesa Manuela Carmena. Precisamente, en nombre de estos últimos, intervinó Luis Nieto, nuevo asesor en la Junta Municipal de Latina, quien disculpó la ausencia de la concejala Ester Gómez por encontrarse en unas Jornadas de Sanidad en Carabanchel.
La plaza central de Puerto Chico fue toda una fiesta. Hubo actuaciones musicales, castillo hinchable para disfrute de los más pequeños y una gran paellada que formó unas interminables colas de vecinos.
También se continuó con el proceso informativo para instalar ascensores en las viviendas de barrio. Hubo instalados paneles informativos y se recogieron firmas para este motivo. En esta barriada hay gran número de viviendas de 5 alturas sin ascensores (la ley no obligaba a instalarlos) y dada la media de edad de los vecinos (gente mayor y con problemas de movilidad), hay personas que se ven obligadas a permanecer meses y meses, encerradas en sus casas, como si de una cárcel se tratase.
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