Campaña para transformar la autovía de Extremadura en avenida: "Basta ya de 50 años de agresiones de la A-5 a los vecinos de Latina"

La Plataforma Campamento Sí, integrada por 37 colectivos, desarrollará movilizaciones hasta 2018 cuando se cumple medio siglo de la autopista que parte en dos el distrito.

Transitan a diario 150.000 vehículos y produce 80 decibelios de ruido, 15 más de los permitidos por ley.

"Basta ya de 50 años de agresiones de la A-5 a los vecinos de Latina. Ahora se dan las circunstancias apropiadas para transformar la autovía en una vía urbana de Madrid". Lo afirmó el responsable de Urbanismo de la Asociación de Vecinos de Aluche (AVA) e integrante de la Plataforma Campamento Sí, Guillermo Martínez.

Fue el martes 26 de abril de 2016 en la presentación de la campaña 'Sueña tu avenida', en un abarrotado centro socio-cultural El Greco de Batán. El aforo, de 100 personas, se quedó pequeño, dejando a más de 30 ciudadanos en la puerta. La campaña se prolongará hasta 2018, cuando se cumplirá el medio siglo de la autovía de ocho carriles. En edificios del barrio se han colgado sábanas exigiendo que la autovía se convierta en avenida.

Seguidamente, empezó la mesa redonda en defensa de que la autovía de Extremadura pase a ser una vía urbana de Madrid, entre los kilómetros 3,800 (Batán) y 9,300 (Cuatro Vientos), pero actuando especialmente entre Batán y el km. 6,300 (Colonia Jardín).

Hubo protestas porque más de treinta personas se quedaron fuera de la sala al completarse su aforo.

En el coloquio intervinieron Jimena Martínez, ingeniera y miembro de Ecologistas en Acción; Carlos Corral, ingeniero y subdirector general de Movilidad del Ayuntamiento; Fady Awad, ingeniero civil; y Guillermo Martínez, de la Plataforma Campamento Sí y de la Asociación de Vecinos de Aluche (AVA); y Miguel Álvarez y Esteban García, del colectivo Nación Rotonda.

Inició el acto Luis Nieto, asesor de la concejala presidenta del distrito de Latina, Esther Gómez; y lo moderó José Luis Fernández, en nombre de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM).

"El problema de la A-5 no lo puede solventar el Ayuntamiento solo", dijo Guillermo Martínez, que recordó que diariamente 300.000 personas usan la autovía para llegar a Madrid, sobre todo desde Alcorcón y Móstoles, más otros 80.000 vecinos que salen de Latina para ir al centro. "La A-5 provoca ruidos, contaminación y parte el distrito en dos con lo que todos perdemos en calidad de vida", apuntó.

Su idea es aprovechar el momento ya que la crisis ha reducido el tráfico privado un 20% en la A-5 y cerrar un carril a los vehículos para transformarlo en un carril bus vao. Además de facilitar el uso de la Radial 5 que apenas soporta 10.000 vehículos diarios por los 140.000 de la A-5.

"Hay que eliminar los pasos subterráneos y recuperar el paso peatonal en superficie", propuso Martínez. "El Ayuntamiento debería elaborar un proyecto al respecto, además de declarar la A-5 a su paso por Latina como Zona de Protección Acústica Especial", finalizó.

Awad, que ha elaborado un estudio sobre la movilidad en Latina, apuesta por incrementar el sistema de alquiler de bicicletas, un medio no contaminante ni ruidoso que apenas significa el 0,3% de los desplazamientos totales en Madrid, alcanzando en otras ciudades el 6%. También planteó la necesidad de crear líneas de autobuses de alta capacidad con menos paradas que conecten Laguna y Aluche con Moncloa y Príncipe Pío.

Además de un carril bici segregado de la calzada en las avenidas General Faljul y de los Poblados y en la calle Sepúlveda. Igualmente, habría que incrementar las plazas disuasorias en Latina de 2.140 a 4.500.

Los integrantes del colectivo Nación Rotonda mostraron el ejemplo de Seúl que transformó una autopista en río con aceras para los peatones y de Boston que enterró una autovía provocando un incremento del tráfico. "Incrementar carriles solo sirve para aumentar el tráfico. No se solucionan los atascos poniendo más carriles", aseguraron.

Sobre la posibilidad de enterrar la A-5 se mostraron críticos. "Aumentaría la contaminación, la circulación y endeudaría a la ciudad". Recordaron que el enterramiento de la M-30 estaba presupuestado en 1.700 millones de euros y acabó costando 3.500.

Jimena Martínez destacó que los ruidos, como los que soportan los vecinos de la A-5, son perjudiciales para la salud. "En Madrid, el 15% de la población está afectada por ruidos nocturnos", dijo. El 80% los provoca el tráfico. Junto a la A-5, las viviendas soportan más de 75 decibelios cuando la Ley del Ruido de 2003 fija en 65 el máximo de día y 55 de noche, siendo 10-15 menos los fijados por la Organización Mundial de la salud (OMS).

Corral, que trabaja con la concejala de Movilidad de Madrid, Inés Sabanés, anunció que en octubre presentará ante la UE el plan contra la contaminación. "Los anteriores gobiernos municipales lo han ido retrasando con lo cual España se podría enfrentar a una multa de 150 millones de euros".

Aseguró que están trabajando en recuperar para los peatones y el transporte público espacios como el Paseo del Prado y Santa María de la Cabeza, y que han tomado los ejemplos de Amsterdam, Copenhagen y Medellín. "Bajaremos la velocidad en todas las entradas de Madrid de 90 a 70 km/h con lo que el ruido se reducirá entre un 8 y 10%", informó.

Igualmente, quieren recuperar "proyectos que llevan desde 2004 pululando por diferentes ministerios" para dotar a todas las autovías de acceso de Madrid de un carril bus vao. Solo se consiguió crear el de la A-6. También estudian dotar a Usera, Villaverde y Carabanchel de una plataforma de autobuses de alta capacidad.

El Ayuntamiento se plantea convertir zonas azules en verdes para favorecer a los residentes ya que el 40% del tráfico de Madrid viene de fuera del municipio.

Este año se crearán un carril para ciclistas desde Puerta de Toledo hasta Eugenia de Montijo pasando por Antonio Leyva, Avenida de Oporto y General Ricardos.

Premios a escolares del barrio

Al principio, se entregaron los premios de dibujos a los alumnos de los colegios Lourdes y Bolivia que participaron en un concurso en el que se imaginan que la A-5 es una calle más de Madrid, con los beneficios que esto conlleva: menos contaminación y ruidos, y facilidad para cruzar de un lado a otro por la superficie evitando los sucios y los poco seguros túneles en horario nocturno.