Los huidos, de nacionalidad argelina y georgiana, aprovecharon que una parte del CIE se quedó sin suministro de electricidad para saltar la valla y escaparse.
Los internos del CIE esperan en esta instalación del Ministerio de Interior su expulsión del país por hallarse en España en situación irregular.
En octubre, cerca de 60 internos se encaramaron al tejado durante 12 horas para exigir mejores condiciones de vida en esta institución que funciona como una cárcel.
Hace unas semanas, dos personas también se fugaron del CIE.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, lo visitó el 2 de noviembre y exigió su cierre por no respetar los derechos humanos y atentar contra los derechos de las personas. "No se puede encarcelar a una persona por el mero hecho de cometer una falta administrativa", dijo.
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